Eran aproximadamente las 3:50 de la tarde. Iba con mis dos hermanas, Citlalli y Quetzalli, y el novio de la primera. Citlalli manejaba rumbo a nuestra casa, pues veníamos de una reunión familiar que hacemos cada domingo de pascua. En eso el carro comienza a movierse de un lado a otro, casi zigzagueando, y mi hermana apurada se para, y pensamos que nos habíamos ponchado, pero su novio dijo: No, está tamblando...
Para eso volteo a mi derecha y veo que una gran ventana cae en grandes trozos, algunas alarmas sonando, y los pocos carros que circulaban por el Boulevard Gómez Morín se pararon. Cuando pasó lo peor nos dirigimos a dejar al novio de mi hermana a su casa. Fue impactante ver a familias enteras llorando afuera de sus casas y a los perros en los brazos de sus dueños pues estaban vueltos locos.
Cuando llegamos a nuestra casa, mi hermana se dirigió primero con una tia que vive enseguida y que tiene un puesto de abarrotes, estaba muy nerviosa, y con razón, pues no ha de ser nada agradable ver caerse tantos objetos frente a tí. En eso le pido las llaves a mi hermana y entro a la casa a ver que habia ocurrido. Batallé para abrir la puerta, pues al parecer se atoró con el sismo, pero al entrar no vi daños mayores, solo algunas cosas en el suelo, algunos objetos que yo tenia arriba de mi librero. Cuando quiero dirigirme al cuardo de mis hermanas a ver como estaban, en las escaleras me sorprende una pequeña réplica, pero ya con los nervios de punta te saca de onda, así que mejor me salí y esperé algunos minutos. Cuando pude subir, encontré la televisión en el suelo y el reproductor de DVD hecho pedazos, bueno exagero, pero sí estaba roto. Fuera de eso nada más que algunas cosas tiradas.
Mi hermana trajo algunas sillas y nos sentamos en la banqueta de la calle ante el temor de un nuevo sismo. Casi todas las familias de la calle se encontraban en las mismas condiciones, y cada tanto llegaban familiares y conocidos, muchos con lágrimas. No había ni luz ni agua.
Habrá pasado probablemente una o dos horas, cuando llega mi prima junto con su novio. Ella estaba desecha en llanto, pues se encontraban en el hospital visitando a mi abuela cuando ocurrió el movimiento. Vieron como sacaban a los pasientes, y como se caia parte de la estructura del edificio. Allá tambien se encontraban mis papás y algunos parientes, todos bien según noticias de mi prima, incluso mi abuela que la tuvieron que bajar del 3er piso en silla de ruedas. Curiosamente nadie se preocupó por que mi abuela se podría llevar un susto, ya que ella nunca se a asustado con este tipo de fenómenos, es más, ni se mueve cuando empieza a temblar.
Entrada la noche llegaron mis papás, y la demás familia que se encuentra aqui por la enfermedad de mi abue. Prepararon emparedados y cenamos todos como familia. Acampamos en el patio, pero pocos podian coinciliar el sueño por el miedo a una réplica, y cuando se empezaba a olvidar, ocurria una. Yo logré dormir a la 1 am, pero a las 4 am nos despertó pequeño sismo, pero significativo. Para las 6:30 llego la luz y prendieron las noticias. Yo me levanté, me metí a la casa a tomar agua y ocurrió otro temblor, pero nada más que una pequeña sacudida. Despúes me fui a ver la tele a la casa de mis tios y miré con felicidad que las chivas le ganaron 1-0 al América. Como a eso de las 7:30 am, mi tio me pidió que lo acompañara a la tienda, pues había que recojer todo lo que se había caido. Al llegar vi que era casi todo lo que se habia caido, los pasillos estaban repletos de latas, algunas sodas se habían salido de su refligerador, etc. Y como siempre la gente curiosa estorbando nuestra labor de reacomodar. El dia de ayer y todavía ahora siguen las réplicas, pero ninguna dura más de 5 segundos.
Les recuerdo que esta historia es mi experiencia personal. Hubo gente que sufrió daños un poco mayores, bardas caidas, heridas, crisis nerviosas, etc. Hasta ahora se sabe solamente de 2 personas muertas, ambas por que les calleron bardas ensima. Los medios están informando poco y mal. Solo pasan las cosas que se calleron y genera una visión de devastación. Sí, hay damnificados, pero nada que lamentar. Los servicios están restaurados casi por completo, excepto en algunas partes del Valle, que aun no tienen agua.
No pasó de un terrible susto. Gracias a todas las personas de las CEBs de todo el país que se preocuparon por la situación y se comunicaron.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario