sábado, septiembre 30, 2006

I. REFERENCIAS TEOLÓGICAS-PASTORALES

1. Nivel y sacramento.
Lo que, con frecuencia, parroquia y diócesis esperan de las CEBs, ya no coincide con la intuición generadora y profética de Medellín: - Que ellas vengan a ser un nivel eclesial, en la línea de la sacra mentalidad eclesial (LG 26) y no en el área de los carismas eclesiales. No son algo optativo entre otras muchas ofertas religiosas contemporáneas – de cuño pastoral, devocional, técnico - como asociaciones, movimientos, programas, sistemas, organizaciones.
Las CEBs son una “ecclesiogenesis”, en la perspectiva de la Iglesia local. Son un nivel, una concentración eclesial, como la parroquia. Así la presentó el documento de Puebla, a propósito reunió en un capítulo unitario - diócesis-parroquia-CEB.
Por eso mismo, las CEBs representan lo más antiguo y lo más nuevo en la Iglesia. Lo más antiguo, porque están, vital y radicalmente ligadas a las primeras comunidades cristianas del Nuevo Testamento (que son normativas para la Iglesia). Su contenido esencial (comunidad de Cristo y de su Espíritu, primicia y sacramento del Reino, fundamentada en la Palabra Revelada, eucarística, pascual-servidora y enviada a los confines de la tierra) es parte de la Revelación, no su modelo operativo y organizativo. Representa también lo más nuevo de la Iglesia, una vez que coloca en práctica lo indicado por el Magisterio (Vaticano II, documentos pontificios, conclusiones de las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano (Medellín-Puebla-Santo Domingo).

2. ¿Un nombre incómodo?
A principio las CEBs han despertado mucha curiosidad y hasta interés. Casi todas las conferencias episcopales las mencionaron, citando a Medellín-Puebla y las posteriores encíclicas papales de Pablo VI (Evangeli Nuntiandi) y de Juan Pablo II (Redemptoris Missio) y los Sínodos Episcopales.
En un segundo momento, han comenzado a rechazar el nombre original de CEB y se buscaron substituciones, quitando primero la palabra DE BASE (con miedo de comunismo, peronismo, sandinismo, en suma, algo subversivo o institucionalmente pecaminoso), y colocando en su lugar la palabra PEQUEÑAS (lo que significa identificar las CEBs por su tamaño y no tanto por su contenido teológico-pastoral). A seguir se substituyó el término ECCLESIAL – y se las llamó de cristianas, fraternas, evangélicas, (características que, en verdad, se pueden dar a toda asociación o grupo católico, desde los “scout”, hasta los encargados de la fiesta parroquial. Finalmente, el término COMUNIDAD se quedó ambiguo, porque utilizable en un contexto amplio: social, económico, político, deportivo, académico, religioso. Una vez que se relativiza el nombre, dándole una elasticidad máxima, se diluye también el concepto.
Es importante rescatar (reafirmar) que la CEB no es tan solo, una realidad de comunión, sino que es la comunidad eclesial sacramental (Iglesia sacramento), en su expresión más reducida (numérica). Ella tiene la vocación de ser sal, luz, fermento del Reino, en una determinada área humana territorial (pudiendo a veces ser también área funcional) La manera menos sutil y más global de excluir las CEBs, es por el sofisma: - Las CEBs son de la Teología de la Liberación. Ora esa Teología ha sido condenada. Por lo tanto… Pero, dentro del esquema de la Escolástica tan apreciada por las derechas eclesiásticas se diría: niego la mayor, distingo la menor y niego la conclusión. En efecto, 1º) Las CEBs nacieron antes de la Teología de la Liberación. Como pequeña Iglesia, la CEB no se identifica con una teología, aún que puede recibir valores de las más diversas reflexiones, como los Padres de la Iglesia han usado muchos esquemas de la teología griega (pagana). 2º) La Teología de la Liberación recibió críticas sobre algunos de sus aspectos, nunca una condenación global.

domingo, septiembre 24, 2006

LAS CEBS EN EL CAMINAR DE AMÉRICA LATINA Y CARIBE.

A continuación un texto proporcionado por el Padre Claudio, y elaborado por el Padre José Marins

Lo subiré por capitulos, para su lectura cómoda y sin prisa.

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Tengo que aclarar, desde el comienzo, que mi tarea no va a ser de orden estadístico, aportando números y porcentajes sobre las CEBs en nuestra realidad. Ojala instituciones especializadas, algún día, alcancen hacerlo, a nivel continental y caribeño.
El denominador común de este escrito es el de presentar las CEBs, como han sido presentadas en la intuición original de la Asamblea de Medellín. Ha sido cuando, a nivel de la Conferencia General del Episcopado, se asumió la práctica eclesial que ya estaba en camino en Brasil y otras áreas: creación de un nuevo modelo y proceso eclesial desde las bases sociales y eclesiales. Ellas no aparecieron, para defender a los católicos del proselitismo persistente de grupos religiosos, o para, a corto plazo sustituir la endémica falta de clero y a largo plazo despertar vocaciones sacerdotales.

En la década posterior a Medellín, hubo considerable curiosidad sobre el tema – publicaciones, apoyos de Conferencias Episcopales, semanas teológico-pastorales, conferencias en los seminarios.
Esa ola ya pasó.
En este momento no hay, en América Latina y en el Caribe, una cruzada en contra de las CEBs. Tampoco hay un interés efectivo por ellas. Algunos hasta creen que están en extinción (o desearían que estuviera). Es muy raro encontrar un seminario que todavía incluye las CEBs en sus programas de teología o pastoral. Cuando lo hacen, las colocan entre los diferentes movimientos populares, o como una posibilidad para la acción de los laicos. Hay un refinado escrúpulo para usar el nombre de CEB, aún que el fue consagrado, tanto en los documentos episcopales como en los pontificios. En esto particular, la famosa devoción al Magisterio, tan proclamada por los más conservadores, sufre de infidelidad o amnesia selectiva y aguda.
Lo que mi equipo y yo, a lo largo de 35 años de nuestro ministerio itinerante, pudimos recoger y estudiar sobre las CEBs, lo vamos a considerar aquí, en cinco capítulos: I. Referencias teológicas-pastorales; II Gracia y desafío; III. Lo que esta a medio-andar; IV Propuestas; V. Estrategias.

sábado, septiembre 23, 2006

Fiesta Mexicana

Con la novedad de que tuvimos nuestra Fiesta Mexicana en las CEB´s de Mexicali, como siempre, en las canchas de la colonia Satélite.
Fue una fiesta bastante amena, apesar de que hubo algo de viento y eso entorpecia las cosas, pero solo un poco, salimos adelante y gracias a eso ya debemos menos (jojo).

Aca las Fotos.