martes, octubre 31, 2006

Visita de Chela

El pasado sábado 28 de octubre tuvimos el honor de tener la visita de una estupenda mujer y gran amiga de las comunidades de base; Chela.
La visita tuvo el motivo de compartir nuestras experiencias como CEBs, ya que tenemos realidades muy semejantes. Analisamos nuestra realidad como grupo y como colonia, pero tambien vimos las posibles soluciones y los proyectos que tenemos.

Las fotos de las debo porque hay un problema con esta onda, al rato las subo

miércoles, octubre 25, 2006

Teologia de la Liberacion

Principales ideas

Algunas de las ideas de la Teología de la Liberación son:

1. La salvación cristiana no puede darse sin la liberación económica, política, social e ideológica, como signos visibles de la dignidad del hombre (ver punto 11).

2. Eliminar la pobreza, la explotación, las faltas de oportunidades e injusticias de este mundo.

3. Garantizar el acceso a la educación y la salud.

4. La liberación como toma de conciencia ante la realidad socioeconómica latinoamericana.

5. Reflexión constante del ser humano sobre sí mismo para crear una actitud creativa en su propio beneficio y en el de la sociedad.

6. La situación actual de la mayoría de los latinoamericanos contradice el designio histórico de Dios y la pobreza es un pecado social.

7. No solamente hay pecadores, hay víctimas del pecado que necesitan justicia, restauración. Todos somos pecadores, pero en concreto hay que distinguir entre víctima y victimario.

8. Tomar conciencia de la lucha de clases optando siempre por los pobres.

9. Afirmar el sistema democrático profundizando la concientización de las masas acerca de sus verdaderos enemigos para transformar el sistema vigente.

10. Crear un “hombre nuevo” como condición indispensable para asegurar el éxito de la transformación social. El hombre solidario y creativo motor de la actividad humana en contraposición a la mentalidad capitalista de especulación y espíritu de lucro.

11. La libre aceptación de la doctrina evangélica, es decir, primeramente procurar a la persona unas condiciones de vida dignas y posteriormente su adoctrinación evangélica si la persona quiere. No como anteriormente se hacía: mientras las misiones crisitianas dieran de comer, las personas se proclamaban cristianas.

domingo, octubre 15, 2006

Chicali


Para que conoscan un poco de la vida en Mexicali, jojo

IV. PROPUESTAS

1-Suprimir el lenguaje ambiguo
Mantener la nomenclatura de Comunidad Eclesial de Base (CEB), evitando todo lo que permita interpretar las CEBs como un mero grupo de oración, de acción social o reducirlas a encuentros de la lectura orante de la Biblia o de círculos bíblicos. Por lo tanto, no hay que llamar a las CEBs con la expresión generalizada de “Pequeñas Comunidades” o “Comunidades Fraternas” y congéneres, sino quedarse con la nomenclatura de Medellín-Puebla y de las encíclicas papales (E. Nuntiandi; Redemptoris Missio)

2. Reconocimiento
+ Establecer exigencias mínimas para que un grupo sea reconocido como CEBs, quiere decir, para que represente la Iglesia en su instancia de base. Al mismo tiempo dejar espacio a la flexibilidad, considerando que el proceso de establecer estas iglesias locales es novedoso, todavía en proceso y no se encuentra en el Código de Derecho Canónico. Debe haber lugar para la diversidad cultural, respectando los diferentes contextos en que ellas se establecen.
+ Dar a las CEBs, el reconocimiento oficial, mediante previas condiciones para que a un grupo se identifique como Iglesia de base. El sector donde ellas se encuentran debe tener claro que ellas son una presencia oficial de la Iglesia-sacramento, en su área
+ Entender que la Parroquia es “Comunidad de Comunidades”, cuando ella alcanza a establecer una reda partir de las CEBs.

3. Posibles configuraciones de las CEBs.
Hay que tener claro y aceptarlo, que se va a tener niveles distintos de intensidad en la configuración y vida de esas CEBs. Ellas se encuentran más bien como semillas, pero no como árboles plenamente desarrolladas. Es importante darles atención y apoyo, no ocasiones, sino sistemáticos y permanentes.

4. Formación y elaboración teológica
Los coordinadores de las CEBs necesitan de una formación adecuada. No son meros ministros de una acción pastoral (catequesis, liturgia, social…), sino que tienen un papel de “presidencia”, de servicio de la unidad en la comunión eclesial, en la misma perspectiva del ministro ordenado, solo que lo hacen por “misión canónica” (ministerio extraordinario).
La CEB como tal necesita de una preparación bíblica y comunitaria que le permita tener clara la meta del Reino de Dios, su identidad y responsabilidades eclesiales. Debe también elaborar la teología para nuevos tiempos, una vez que su vida y ritmo están siendo afectados de forma diferente de lo que pasó en las décadas anteriores. Eso significa hacer teología.
5. Espiritualidad
La ESPIRITUALIDAD es la mística, como el fuego que quema y no consume, como el dinamismo central y vital de la comunidad eclesial. Kart Rahner decía que los cristianos del futuro o serán místicos o no serán cristianos.
Tratase de implementar una espiritualidad realmente eclesial, que no se reduce al carisma de un movimiento u orden-congregación religiosa. Una mística comunitaria, misionera, servidora, que siempre han dado identidad evangélica a la Iglesia, en cualquier época o lugar de la historia.

V – ESTRATEGIAS

1) DESPROPORCIÓN
No pedir a las CEBs, o de ellas esperar, lo que no les sería proporcional. Ciertas “fidelidades” y tareas que nadie se atreve a exigir de las parroquias, se achacan como omisión de las CEBs.
De otra parte, hay que revertir la cuestión: - La Iglesia no subsiste sin una expresión de base, como un árbol no vive sin raíces. Cuando no hay CEBs, según la expresión del Vaticano II (Medellín), hay que preguntar, cuales están siendo las referencias de base eclesial de esa diócesis o parroquia y si ellas podrán continuar ejerciendo esa función adecuadamente y por mucho tiempo más. Hay que hacer entender a las parroquias que ellas ya han dejado de ser base real y efectiva de la Iglesia para todos los bautizados.

2) PARTIR DE LO QUE ES DE TODOS
No se trata de entrar en las CEBs, sino en la Iglesia. Ellas localizan, especifican, hacen efectivamente presente a la Iglesia en un tiempo, situación y lugar.
La gran tarea no es de buscar el prestigio de la Iglesia, de impresionar por el número, lo magnífico de las celebraciones, la fuerza de la propia organización, sino de hacer presente el Reino de Dios.

3) LO QUE YA SE HACE.
Nadie queda dispensado de comprometerse en este caminar eclesial. Una decisión práctica inmediata es la de crear motivación y nuevas experiencias que faciliten el surgimiento de las CEBs, se trata de llenar de contenido nuevo todo lo que se propone y se hace en la pastoral – catequesis, liturgia, social, misión, reuniones, eventos, etc. (según la teología y propuestas del Vaticano II-Medellín-Puebla-Santo Domingo: Pueblo de Dios, Iglesia comunión-comunidad, misión y presencia en el mundo como semilla y fermento del Reino, ecumenismo, responsabilidad misionera, inserción, inculturación, protagonismo de los laicos, opción prioritaria, no exclusiva por los jóvenes, por los pobres

4) OTROS LENGUAJES Y TEMAS
Cambiar el lenguaje y quizás algunos de los temas socio-políticos elaborados para los tiempos de la dictadura militar en América Latina y Caribe. Usar un vocabulario fiel al mensaje cristiano que llegue a la realidad contemporánea de globalización, de grandes migraciones, y desafíos. [4]

5) LAS NUEVAS GENERACIONES
Restablecer un contacto significativo y constante con las nuevas generaciones de sacerdotes y de seminaristas que perdieron el contacto con las CEBs en su tiempo de formación y por eso y otras razones no manifiestan interés por ellas en su trabajo ministerial.

6) “ECUMENISMO INTERNO”
Acercarse a la gente de los movimientos u organizaciones eclesiásticas, como movimiento familiar, carismáticos sabiendo que, como pasa siempre en todo grupo y organización, hay mayor posibilidad de dialogo entre sus miembros comunes y no tanto con los dirigentes.

7) EVENTOS GENERADORES
Tener en cuenta las nuevas posibilidades que aparecen en el mundo o en la Iglesia, como la del Forum Social Mundial (o alternativo), o de sínodos y planes de pastoral.

8) REVERTIR EL PROCESO
Pasando de una pastoral de espera a un dinamismo misionero comunitario. No basta esperar por los que vienen a nuestras instituciones parroquiales y de base. El dinamismo misionero debe ir, del templo a las casas; de los bancos a las calles y plazas; de las muchedumbres a las personas; del proselitismo de movimientos a un proyecto eclesial, que actúa como Iglesia local.
. Valerse, para eso, de gestos públicos como: imposición de las manos, entrega de la Biblia, u otros. Explicitar y profundizar lo que tiene que ser una nueva teología, reflexionando desde la fe y la practica de la realidad del continente sobre:
+ La violencia globalizada tanto a nivel de la organización (drogas, tráfico de niños, mujeres), como la violencia callejera, que ha creado inseguridad, sospecha, actitud defensiva y disposición muy cercana a la justicia por las propias manos;
+ la corrupción política de las instituciones básicas de la sociedades, de los líderes;
+ la comercialización de toda realidad humana y social (deporte, escuela, medicina, etc)
+ la ecología y patrimonio común de la humanidad
+ el nuevo estilo de clero y seminaristas
+ el qué y porqué de la volta atrás del Vaticano II, fidelidad a la herencia del camino eclesial latino americano de Medellín al momento actual + el impacto de una religiosidad emocional, masiva, de eventos inflados y trabajado por la media a servicio del consumismo con abundancia de milagros y omnipresencia demoníaca, muy a gusto de las sectas neo-pentecostal.
De nada vale insistir que una bicicleta alcance a jalar un camión cargado
Situaciones contaminada:+por las comunicaciones manipuladoras que imponen ingenuidades colectivas+ por el tráfico y uso de drogas
+ por la corrupción, pornografía, individualismo,+ por el mercantilismo del lucro
+ por la desestabilización de las instituciones básicas de la sociedad+ por la ausencia de ética individual y social.

viernes, octubre 13, 2006

TALLER REGIONAL DE JÓVENES CEBs EN MEXICALI

Un pequeño video, grabado hace algun tiempo (abril creo) en el la convivencia despues del taller regional de Jovenes aqui en Mexicali

domingo, octubre 08, 2006

III. A MEDIO ANDAR

+¿Y la siguiente generación?
Los protagonistas del Vaticano II, Medellín y Puebla están desapareciendo y no han conseguido pasar en adelante lo suficiente de sus sueños de un nuevo modelo de Iglesia. Las nuevas generaciones de curas, seminaristas y laicos ( a no ser una minoría) son de cuño conservador, clerical, intra-eclesial, pietista. No son ni creativas, ni misioneras.
La dimensión del Reino, de las CEBs y de la liberación no ha creado estructuras eclesiásticas y pastorales correspondientes.
Los mismos términos que expresan de forma mas clara estas realidades, han sido abdicados o substituidos; progresivamente desaparecen de los recientes documentos eclesiales.
Lo comunitario tiende a ser identificado con un modelo cristalizado de liturgia, o con una poderosa burocracia parroquial.
Aparecieron diferentes intentos de organizar las CEBs. A veces eran de “arriba hacia abajo”, como que se anticipando a la vida, se crearon estructuras, suponiendo que ellas iban a generar vida.
En otras partes, las CEBs conociendo un significativo éxito inicial, provocado por diferentes circunstancias ocasionales, se estratificaran en este modelo.
Los líderes eclesiásticos hoy, no solamente en las CEBs, manifiestan estar siendo influenciados por un creciente culto de personalidad. Muchos se resienten también del autoritarismo de algunas olas recientes de ministros ordenados (tanto de curas como de diáconos).
La inspiración de la espiritualidad se queda más y más en manos de los movimientos y de las órdenes, congregaciones e institutos religiosos. En las CEBs no se trabajó suficientemente la sistematización de esta dimensión o no se la explicito adecuadamente, aún cuando están siempre presentes en su vida, como realidad comunitaria y no solamente como “crecimiento” de individuos fuera del conjunto. Más que héroes singulares, se quiere una comunidad santa, a estilo de los primeros tiempos, cuando la conciencia era de que la comunidad cristiana es santa, formada por los que están en Cristo-Jesús (santos). La costumbre de canonizaciones de individuos particulares es posterior. Surge con los mártires y se amplia con los monjes y la tradición medieval.

+ Manipulaciones.
En las CEBs, el análisis de la realidad global neoliberal, ha sido constante. Esto no ocurrió siempre con el análisis de otras dimensiones de su vida y acción eclesial.
La crítica a grupos y movimientos de izquierda social y política parece haber sido menos rigurosa y más benigna. Estuvo ausente una denuncia adecuada a los que hicieron uso del nombre de las CEBs y a veces de sus propuestas y novedad, como estrategia de punta. No faltaron los que procuraron valerse de las CEBs, como su instancia de base sea cívico-social, sea pastoral (hemos dicho que eso era hacer de las CEBs un “camión de alquiler”).
La auto-crítica de las CEBs o no ha acontecido con la debida frecuencia, o no ha sido adecuada. En contra partido, los medios de comunicación lograron imponer una imagen negativa de CEBs que les ganó el rechazo, sea de la gente como de la jerarquía de la Iglesia.

+ ¿Exclusivas?
Ya mencionamos que, en algunos lugares, por circunstancias, históricas muy peculiares y también por la realidad del continente de mayoría pobre (y creyente), las CEBs han tenido mayor éxito y presencia en las clases socialmente menos favorecidas y en las periferias.
No faltaron los que llegaron a proclamar que las CEBs no serían para todos, sino solamente para el sector de los oprimidos.
La reacción no se hizo esperar: se acusó a las CEBs y los que a ellas se dedicaban de promover un elitismo social hacía “abajo”. De meterse en política (entiéndase politiquería).
A propósito de aquellos que se encuentran en el área universitaria, en el mundo técnico y científico o de las comunicaciones, entre los llamados “intelectuales”, no ha sido raro el interés teórico y práctico por este nuevo modo de ser Iglesia y de ser ciudadano.
Muchos que hasta ahora participan en el proceso de las CEBS (como miembros o asesores) son profesionales, maestros, pequeños comerciantes, técnicos en diferente sectores, etc. También de las CEBs, particularmente en Brasil, salieron militantes políticos, sea a nivel del Estado, municipios u otras instancias. En el Congreso Nacional, los casos han sido raros, pero existieron.

+ La religiosidad popular.
De parte de la gente de las CEBs. no hubo crisis entre la religiosidad popular y la comunidad de base; al contrario, en la vida de la gente las dos cosas caminaron juntas. Las crisis que aparecieron fueron más en el sector de los agentes o asesores.
Todavía no se explotó plenamente todo el potencial transformador de la devoción mariana. El santoral y martirial latinoamericano sigue desvalorado desde las instancias de poder eclesial. La gente continua “canonizando” a sus mártires, como Angeleli, Romero, Rutílio Grande y muchísimos otros.
+ Programas y paquetes
En las últimas décadas se han multiplicados programas y sistemas que proponían paquetes y fórmulas de éxito para hacer surgir CEBs. (Renacer, NIP, SINE… sin mencionar a los grupos de la Renovación Carismática, y a los Neo-catecúmenos…).
En la práctica, han actuado como movimientos o sistemas que no se han preocupado por llevar a las Iglesias locales a asumir una pastoral creativa, en materia. Al contrario, corren el riesgo de ser colonialistas, imponiendo una teología y espiritualidad que no valoran la originalidad local. Imponen sus estructuras. Toman los agentes de base, no como sujetos, sino como ejecutivos de sus recetas pastorales, por lo general rígidas y elaboradas en otros contextos y desde otras experiencias.

IV. PROPUESTAS
1-Suprimir el lenguaje ambiguo
Mantener la nomenclatura de Comunidad Eclesial de Base (CEB), evitando todo lo que permita interpretar las CEBs como un mero grupo de oración, de acción social o reducirlas a encuentros de la lectura orante de la Biblia o de círculos bíblicos. Por lo tanto, no hay que llamar a las CEBs con la expresión generalizada de “Pequeñas Comunidades” o “Comunidades Fraternas” y congéneres, sino quedarse con la nomenclatura de Medellín-Puebla y de las encíclicas papales (E. Nuntiandi; Redemptoris Missio)

2. Reconocimiento
+ Establecer exigencias mínimas para que un grupo sea reconocido como CEBs, quiere decir, para que represente la Iglesia en su instancia de base. Al mismo tiempo dejar espacio a la flexibilidad, considerando que el proceso de establecer estas iglesias locales es novedoso, todavía en proceso y no se encuentra en el Código de Derecho Canónico. Debe haber lugar para la diversidad cultural, respectando los diferentes contextos en que ellas se establecen.
+ Dar a las CEBs, el reconocimiento oficial, mediante previas condiciones para que a un grupo se identifique como Iglesia de base. El sector donde ellas se encuentran debe tener claro que ellas son una presencia oficial de la Iglesia-sacramento, en su área
+ Entender que la Parroquia es “Comunidad de Comunidades”, cuando ella alcanza a establecer una reda partir de las CEBs.

3. Posibles configuraciones de las CEBs.
Hay que tener claro y aceptarlo, que se va a tener niveles distintos de intensidad en la configuración y vida de esas CEBs. Ellas se encuentran más bien como semillas, pero no como árboles plenamente desarrolladas. Es importante darles atención y apoyo, no ocasiones, sino sistemáticos y permanentes.

4. Formación y elaboración teológica
Los coordinadores de las CEBs necesitan de una formación adecuada. No son meros ministros de una acción pastoral (catequesis, liturgia, social…), sino que tienen un papel de “presidencia”, de servicio de la unidad en la comunión eclesial, en la misma perspectiva del ministro ordenado, solo que lo hacen por “misión canónica” (ministerio extraordinario).
La CEB como tal necesita de una preparación bíblica y comunitaria que le permita tener clara la meta del Reino de Dios, su identidad y responsabilidades eclesiales. Debe también elaborar la teología para nuevos tiempos, una vez que su vida y ritmo están siendo afectados de forma diferente de lo que pasó en las décadas anteriores. Eso significa hacer teología.
5. Espiritualidad
La ESPIRITUALIDAD es la mística, como el fuego que quema y no consume, como el dinamismo central y vital de la comunidad eclesial. Kart Rahner decía que los cristianos del futuro o serán místicos o no serán cristianos.
Tratase de implementar una espiritualidad realmente eclesial, que no se reduce al carisma de un movimiento u orden-congregación religiosa. Una mística comunitaria, misionera, servidora, que siempre han dado identidad evangélica a la Iglesia, en cualquier época o lugar de la historia.
Por ejemplo, cuando de las dictaduras militares, las CEBs eran prácticamente el único espacio de base que sobrevivió por la protección de la Iglesia; en las primeras olas de migrantes internacionales, donde las CEBs han representando un punto de encuentro confiable y a veces único . No se puede pasar por arriba la presencia evangélica y generosa de muchas comunidades religiosas femeninas – algunas masculinas también – con la llamada “inserción” en el mundo de los pobres y oprimidos.
Valerse, para eso, de gestos públicos como: imposición de las manos, entrega de la Biblia, u otros.
Explicitar y profundizar lo que tiene que ser una nueva teología, reflexionando desde la fe y la practica de la realidad del continente sobre:
+ La violencia globalizada tanto a nivel de la organización (drogas, tráfico de niños, mujeres), como la violencia callejera, que ha creado inseguridad, sospecha, actitud defensiva y disposición muy cercana a la justicia por las propias manos;
+ la corrupción política de las instituciones básicas de la sociedades, de los líderes;
+ la comercialización de toda realidad humana y social (deporte, escuela, medicina, etc)
+ la ecología y patrimonio común de la humanidad
+ el nuevo estilo de clero y seminaristas
+ el qué y porqué de la volta atrás del Vaticano II, fidelidad a la herencia del camino eclesial latino americano de Medellín al momento actual + el impacto de una religiosidad emocional, masiva, de eventos inflados y trabajado por la media a servicio del consumismo con abundancia de milagros y omnipresencia demoníaca, muy a gusto de las sectas neo-pentecostal.

sábado, octubre 07, 2006

Lo que sigue =P

7. Pueblo y Reino de Dios.
Las CEBs manifiestan fuertemente la perspectiva del Reino de Dios. Congregan los bautizados de su área, como parcela del Pueblo de Dios.
Ellas son, salva la comparación, como las raíces del árbol, que por pequeñas y débiles, no se ve en la superficie, se mezclan con la tierra, donde hacen el primer contacto vital con los minerales y el agua, que van a ser la sabia. Las CEBs, primicias y sacramento del Reino, son ya el Pueblo de Dios en misión. No surgen para “salvar” a los católicos del proselitismo de los evangelistas y de las sectas; tampoco para “renovar” la parroquia… aún cuando ambas cosas suelen acontecer.


II. GRACIA Y DESAFIO.

Son mas de 40 años que las CEBs perseveran, desde las experiencias iniciales en el Brasil: - Barra do Piraí, Movimiento de Natal; así como de de San Miguelito, en Panamá y otros lugares.
Antes del Vaticano II, han sido propuestas como célula eclesial inicial, en el plan de “Emergencia” de la Iglesia del Brasil.
A lo largo de los años, han sido señal y mediación de gracias (indicamos nueve de esas gracias)

+ Primera: Personalización
Por las CEBs, el pueblo cristiano no se reduce a las muchedumbres anónimas que llenan catedrales, basílicas, estadios, plazas. Por ellas, esa “masa” católica se personaliza y se torna agente responsable. La pertenencia eclesial ganó consistencia, no solamente por razón del bautismo, sino también por la integración activa en una comunidad de Iglesia, a nivel local. Las CEBs han dado otra cara histórica de la Iglesia:
- dejó de ser interpretada como monopolio del ministro ordenado.
- Cada quien es ahora conocido por su nombre y apellido, cultura y dones. Está llamado al diálogo. Aprende a participar, individual y comunitariamente, en la vida y misión de la Iglesia.
Poco a poco se rompe la hegemonía de los movimientos católicos de espiritualidad y pastoral. Igual se crean alternativas comunitarias de cara al proselitismo de los grupos evangélicos. Los bautizados retoman su identidad católico.

+ Segunda: Inculturación
Abundante ha sido el uso de símbolos salidos de la vida de la gente, para expresar su experiencia de fe y ejercer su misión. Los agentes de pastoral, los especialistas buscaron acoger y expresar científicamente, toda esa vitalidad popular no sistemática venida de sus tradiciones y cultura. Surgió una teología cantada y transformada en prácticas comunitarias de piedad, de servicio, de denuncias proféticas y anuncio evangélicos. Con frecuencia se tomaron las tradiciones del catolicismo popular - ayunos, peregrinaciones, fiestas de los patronos – llenándolas con nuevo contenido conciliar.
Entre los migrantes en áreas de pluralismo cultural, como en Buenos Aires, S. Paulo, USA, etc., las CEBs han sido una realidad constante y providencial.
Desde las CEBs, se han dado frecuentes encuentros con las culturas y situaciones de los olvidados y oprimidos (negro, indio, mujer)

+Tercera: Martirio.
Las CEBs han procurado vivir la propuesta del Reino, con sus aplicaciones locales. Descubrieron entonces que no siempre era buena noticia para todos. Al contrario, hasta resultó conflictiva y peligrosa.
En América Latina, muchos asesores y miembros de las CEBs han dado el testimonio supremo de sus vidas. Otros han sufrido tortura, cárcel y persecución. Su número se eleva a varios centenares.

+ Cuarta: Espiritualidad.
La experiencia mística de las CEBS está muy ligada al servicio de caridad a los más necesitados (cuño asistencial, promocional, liberador-estructural). Por la lectura orante de la Palabra, por la vida comunitaria, profundizan su encuentro con Dios. Esa espiritualidad que parte de lo santoral y mariano y lo incluye, ahora se concentra, siempre más, en la dimensión Trinitaria de Dios. En la cristología se subraya no solamente lo divino, sino particularmente lo humano de Jesús (Puebla 173). La misión y vida de la comunidad se vive en la mística de los “hechos de los Apóstoles” de nuestra época.

+ Quinta: Minoría.
Las CEBs, aún disminuyendo en número, sobreviven y profundizan su experiencia eclesial tomando conciencia de ser minoría y de sentirse desproporcionadas a la misión y a los desafíos de cada contexto socio-político. Además el hecho de vivir bajo sospechas, con poco apoyo de los líderes eclesiásticos, sin prestigio humano, hace con que ellas tengan siempre que evaluarse y reafirmar sus motivaciones evangélicas profundas.
Los textos bíblicos más meditados en dicha perspectiva son el de 1Cor 1,26-31; Filipenses 2,4-6.
Por instinto evangélico, las CEBs se animan con la gracia de los últimos, los que se encuentran, casi siempre en las situaciones-límites de pobreza, enfermedad, opresión, segregación y destrucción de la dignidad humana. Las CEBs son el fermento evangélico trabajando desde los pobres, por los pobres, como pobres. Haciendo de ellos sujetos comunitarios de liberación y salvación integral.


+ Sexta: Itinerancia misionera
Las CEBs no se orientan a un trabajo intra-parroquial, sino más bien a las áreas donde la acción pastoral ordinaria no llega. Se acercan a los bautizados, muchos de ellos desconectados de la práctica eclesial ordinaria.
A principio las CEBs han sido fundadas por miembros de la jerarquía, agentes de pastoral (religiosas o laicos). A seguir, un número significativo de ellas, ha surgido por influencia o acción directa de otras CEBs.

+ Séptima: Ministerio colegiado
En efecto, las CEBs han creado y colocado en práctica, un ministerio de cuño colegiado (siempre que posible en equipo) y mucho más ligado a las exigencias del Reino que de lo intra-eclesial parroquial.
En lo que se refiere a los ministros ordenados, la CEB ha sido para ellos una gracia que ayudó: primero, a entender su ministerio como fundadores de Iglesias (ecclesiogenesis); segundo, a ejercer su responsabilidad de coordinadores de la gran comunión eclesial (configurada como una red de comunidades menores), mas que como distribuidores de sacramentos; Tercero, a cuestionarse sobre el ejercicio colegiado de su propio servicio ministerial, como miembro de un presbiterio.
Respondiendo a las necesidades y urgencias pastorales, las CEBs han asumido las celebraciones dominicales no-eucarísticas y otros encuentros devocionales, valiendo se de sus ministros no-ordenados: Delegados de la Palabra, Presidentes de Asamblea Cristiana, Celebradores del Día del Señor, etc.


+ Octava: Metodología
El desarrollo de la metodología del: ver, juzgar, actuar, evaluar y celebrar, educa y organiza la reflexión comunitaria, disciplina la acción y ayuda a colocar los hechos y eventos como pasos de un proceso mucho más amplio y constante. No se trata solamente de una técnica, sino que es un método global de vida comunitaria. Es espiritualidad.
Esa metodología reconoció y animó el potencial evangelizador de los pobres (Cf. P 1146-1147), transformando a los bautizados en militantes. Al mismo tiempo, mantuvo en las CEBs un estilo de esperanza y de encuentro comunitario con Dios, desde la mediación de Jesús, actuando con su Espíritu.

+ Novena: Nuevos descubrimientos
Las CEBs no han sido algo fijo e intocable. En su propio vivir se va descubriendo y también corrigiendo perspectivas. En Medellín, por ejemplo, la motivación de muchos obispos, era por considerar que las CEBs formarían una línea de defensa eclesial de cara al comunismo y a las sectas. Posteriormente se trabajó el aspecto profético y liberador de las CEBs en relación a los oprimidos y excluidos.
Algo similar también aconteció en relación a lo bíblico: al principio se tomaban textos aislados del Éxodo, para fundamentar todo compromiso social. Más tarde, la ayuda del movimiento bíblico popular , llevaron a una visión más global de la Revelación, tomando la Palabra de Dios en contexto y como fuente de espiritualidad y acción, tanto personal como comunitaria. Por exigencia de las circunstancias, las CEBs tuvieron que ir aprendiendo como hacerse escuchar por las autoridades civiles (en relación a las autoridades eclesiástica, todavía no alcanzaron éxito semejante); como participar en los movimientos ecológicos, con en los de promoción de la mujer, de defensa dos emigrantes, de las culturas marginadas. Las relaciones ecuménicas son todavía limitadas.
Los 7 puntos arriba indicados siendo más de carácter bíblico-teológico, significan perspectiva y exigencias para que se profundice sobre la identidad de las CEBs. Supone que se trabajen las estrategias pastorales correspondientes.

. Esa temática ha tenido especial destaque en encuentros inter-eclesiales de las CEBs, tanto en Brasil, como en Bolivia, Ecuador, México, Caribe, etc.
En países como El Salvador, Guatemala, hoy son muchos los hijos e hijas de los mártires que siguen militando en las CEBs que sobrevivieron.

Lo hacen por visitas familiares, como en la oportunidad de los eventos que la propia vida genera (enfermedad, problemas humanos de la área, graduaciones, cambio de residencia, etc.) o por razón del calendario litúrgico (cenizas, ramos, navidad) y por las tradiciones religiosas (bendiciones, peregrinaciones…).
Los Encuentros Nacionales y Regionales de las CEBs y de sus asesores, con la presencia y participación de obispos, han sido providenciales para discernir, complementar y divulgar el proceso de las CEBs.

jueves, octubre 05, 2006

Continuacion del anterior

3. Aparato canónico
Las CEBs han sobrevivido con un máximo de vida y mínimo de estructuras. Por eso han desarrollado una cierta elasticidad pastoral para adaptarse a diferentes culturas, realidades y momentos coyunturales.
Saben, por la misma experiencia, que ninguna práctica nueva permanece cuando no vive de una mística y al mismo tiempo no es apoyada por una institución.
Hoy se pregunta si, precisamente ese mínimo, no exigiría algo jurídico más explícito, para protegerlas del arbitrio (simpatía o antipatía) de las autoridades eclesiásticas de turno.
Cada vez que se toca en este tema (asegurarse de un aparato jurídico), inmediatamente se pregunta si no sería la “burocratización” del dinamismo evangélico y espontáneo de las CEBs?
La pregunta ciertamente es válida. El riesgo existe, tanto para las CEBs, como también para los otros niveles eclesiales (diócesis y parroquia). La respuesta dependerá finalmente de que se entienda y se afirme la identidad eclesial de las CEBs, no como movimiento, sino como Iglesia sacramento. A nosotros nos parece que la etapa de “espontaneidad” del proceso de las CEBs ya está pidiendo un paso nuevo, con los mencionados desafíos que conlleva.


4. Los pobres y todos los católicos .
Por fidelidad evangélica, la CEB opta por la causa de los últimos. Como punto de partida en su proceso, el lugar social desde donde se trabajó con mayor frecuencia y las CEBS se desarrollaron rápidamente, fueron las áreas pobres urbanas y rurales. Ellas crecieron menos en los sectores de profesionales, ejecutivos y dirigentes. Los privilegiados del poder económico no acostumbran optar por una militancia eclesial. Cuando lo hacen, es más bien por los movimientos católicos que por las CEBs.
El compromiso social es, sin embargo, parte irrenunciable de la fe eclesial que se vive en las CEB. No es solamente vocación de algunos de sus miembros, como es el caso de la militancia partidista y el ejercicio de cargos políticos.
Lo que se establece para la pertenencia a una CEB es lo que se exige para ser la Iglesia de Jesús, ni más, ni menos. Sobra decir que lo de Mateo 25, 41 permanece.

5. Laical.
La Iglesia de base históricamente ha sido apostólica (coordinada por los 12 o algunos de ellos), a seguir episcopal (coordinada directamente por los “episcopoi”), lo que no era negación de lo apostólico. Después presbiteral (coordinada por presbíteros), sin que eso significara separación del obispo y de la comunión diocesana; Hoy, la CEB, va a ser laical (animada por un Equipo de Laicos, ligados a la coordinación de un ministro ordenado – Párroco o directamente por el obispo), la denominación laical no implica rompimiento afectivo o efectivo con la coordinación parroquial del presbítero y diocesana del obispo.[2]

6. Red
Las CEBs son, por naturaleza, “colegiadas” o red, como los dedos son mano. La red es articulación no solamente hacia arriba (con los que presiden), sino también con los compañeros, otras CEBs y otras estructuras de base. Para usar la red, hay que entrar en el mar. Hay que trabajar en equipo.
En el caso de las CEB hay que tener claro que la CEB debe articular a partir del nuevo modelo de ser Iglesia y no en función de la estructura ya existente (tampoco en contra o desligada de ella).
Una de las propuestas que está apareciendo, entre otras, es la de establecer sectores geográficos o funcionales, dentro de la parroquia, animados y coordinados por un equipo timón. Cada sector originalmente sería una CEB, pero, con el tiempo podría generar otras más. Alguien del equipo timón o de coordinación pasaría también a ser parte del consejo parroquial de pastoral. En algunas áreas del norte de México, optaron por primero identificar las CEBS ya existentes. Con ellas decidir el espacio del barrio o “colonia” que podían asumir, para vivir juntos su experiencia de Iglesia. Además de las dos maneras de hacer red, arriba indicadas, hay otras y van surgiendo más. No hay fórmula fija. Es un proceso creativo. Además en pastoral no hay “fotocopias” de experiencias, sino artesanía.
En el Vaticano II, esta ha sido una perspectiva constantemente mencionada. Basta recordar, a título de ejemplo, Giácomo Lercaro, cardenal de Bologna, desde la primera sesión proponía que el tema conciliar fuera sobre los pobres; el obispo de Tournai, Francia, Charles Marie Himmer, en la sesión del 4 Octubre 1963, insistía que a los pobres fuera dado el primer lugar en las consideraciones de aquella asamblea.
La CEB, siendo Iglesia, será siempre Eucarística y misionera. La cuestión del ministro ordenado para eso, tendrá, a su tiempo, que ser solucionada por las autoridades responsables. Por ahora es función ejercida por el párroco o algún sacerdote para eso enviado.
Hay lugares en que se distinguen, por lo menos provisoriamente, dos consejos: el de pastoral y el consejo parroquial de CEBs

sábado, septiembre 30, 2006

I. REFERENCIAS TEOLÓGICAS-PASTORALES

1. Nivel y sacramento.
Lo que, con frecuencia, parroquia y diócesis esperan de las CEBs, ya no coincide con la intuición generadora y profética de Medellín: - Que ellas vengan a ser un nivel eclesial, en la línea de la sacra mentalidad eclesial (LG 26) y no en el área de los carismas eclesiales. No son algo optativo entre otras muchas ofertas religiosas contemporáneas – de cuño pastoral, devocional, técnico - como asociaciones, movimientos, programas, sistemas, organizaciones.
Las CEBs son una “ecclesiogenesis”, en la perspectiva de la Iglesia local. Son un nivel, una concentración eclesial, como la parroquia. Así la presentó el documento de Puebla, a propósito reunió en un capítulo unitario - diócesis-parroquia-CEB.
Por eso mismo, las CEBs representan lo más antiguo y lo más nuevo en la Iglesia. Lo más antiguo, porque están, vital y radicalmente ligadas a las primeras comunidades cristianas del Nuevo Testamento (que son normativas para la Iglesia). Su contenido esencial (comunidad de Cristo y de su Espíritu, primicia y sacramento del Reino, fundamentada en la Palabra Revelada, eucarística, pascual-servidora y enviada a los confines de la tierra) es parte de la Revelación, no su modelo operativo y organizativo. Representa también lo más nuevo de la Iglesia, una vez que coloca en práctica lo indicado por el Magisterio (Vaticano II, documentos pontificios, conclusiones de las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano (Medellín-Puebla-Santo Domingo).

2. ¿Un nombre incómodo?
A principio las CEBs han despertado mucha curiosidad y hasta interés. Casi todas las conferencias episcopales las mencionaron, citando a Medellín-Puebla y las posteriores encíclicas papales de Pablo VI (Evangeli Nuntiandi) y de Juan Pablo II (Redemptoris Missio) y los Sínodos Episcopales.
En un segundo momento, han comenzado a rechazar el nombre original de CEB y se buscaron substituciones, quitando primero la palabra DE BASE (con miedo de comunismo, peronismo, sandinismo, en suma, algo subversivo o institucionalmente pecaminoso), y colocando en su lugar la palabra PEQUEÑAS (lo que significa identificar las CEBs por su tamaño y no tanto por su contenido teológico-pastoral). A seguir se substituyó el término ECCLESIAL – y se las llamó de cristianas, fraternas, evangélicas, (características que, en verdad, se pueden dar a toda asociación o grupo católico, desde los “scout”, hasta los encargados de la fiesta parroquial. Finalmente, el término COMUNIDAD se quedó ambiguo, porque utilizable en un contexto amplio: social, económico, político, deportivo, académico, religioso. Una vez que se relativiza el nombre, dándole una elasticidad máxima, se diluye también el concepto.
Es importante rescatar (reafirmar) que la CEB no es tan solo, una realidad de comunión, sino que es la comunidad eclesial sacramental (Iglesia sacramento), en su expresión más reducida (numérica). Ella tiene la vocación de ser sal, luz, fermento del Reino, en una determinada área humana territorial (pudiendo a veces ser también área funcional) La manera menos sutil y más global de excluir las CEBs, es por el sofisma: - Las CEBs son de la Teología de la Liberación. Ora esa Teología ha sido condenada. Por lo tanto… Pero, dentro del esquema de la Escolástica tan apreciada por las derechas eclesiásticas se diría: niego la mayor, distingo la menor y niego la conclusión. En efecto, 1º) Las CEBs nacieron antes de la Teología de la Liberación. Como pequeña Iglesia, la CEB no se identifica con una teología, aún que puede recibir valores de las más diversas reflexiones, como los Padres de la Iglesia han usado muchos esquemas de la teología griega (pagana). 2º) La Teología de la Liberación recibió críticas sobre algunos de sus aspectos, nunca una condenación global.

domingo, septiembre 24, 2006

LAS CEBS EN EL CAMINAR DE AMÉRICA LATINA Y CARIBE.

A continuación un texto proporcionado por el Padre Claudio, y elaborado por el Padre José Marins

Lo subiré por capitulos, para su lectura cómoda y sin prisa.

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Tengo que aclarar, desde el comienzo, que mi tarea no va a ser de orden estadístico, aportando números y porcentajes sobre las CEBs en nuestra realidad. Ojala instituciones especializadas, algún día, alcancen hacerlo, a nivel continental y caribeño.
El denominador común de este escrito es el de presentar las CEBs, como han sido presentadas en la intuición original de la Asamblea de Medellín. Ha sido cuando, a nivel de la Conferencia General del Episcopado, se asumió la práctica eclesial que ya estaba en camino en Brasil y otras áreas: creación de un nuevo modelo y proceso eclesial desde las bases sociales y eclesiales. Ellas no aparecieron, para defender a los católicos del proselitismo persistente de grupos religiosos, o para, a corto plazo sustituir la endémica falta de clero y a largo plazo despertar vocaciones sacerdotales.

En la década posterior a Medellín, hubo considerable curiosidad sobre el tema – publicaciones, apoyos de Conferencias Episcopales, semanas teológico-pastorales, conferencias en los seminarios.
Esa ola ya pasó.
En este momento no hay, en América Latina y en el Caribe, una cruzada en contra de las CEBs. Tampoco hay un interés efectivo por ellas. Algunos hasta creen que están en extinción (o desearían que estuviera). Es muy raro encontrar un seminario que todavía incluye las CEBs en sus programas de teología o pastoral. Cuando lo hacen, las colocan entre los diferentes movimientos populares, o como una posibilidad para la acción de los laicos. Hay un refinado escrúpulo para usar el nombre de CEB, aún que el fue consagrado, tanto en los documentos episcopales como en los pontificios. En esto particular, la famosa devoción al Magisterio, tan proclamada por los más conservadores, sufre de infidelidad o amnesia selectiva y aguda.
Lo que mi equipo y yo, a lo largo de 35 años de nuestro ministerio itinerante, pudimos recoger y estudiar sobre las CEBs, lo vamos a considerar aquí, en cinco capítulos: I. Referencias teológicas-pastorales; II Gracia y desafío; III. Lo que esta a medio-andar; IV Propuestas; V. Estrategias.

sábado, septiembre 23, 2006

Fiesta Mexicana

Con la novedad de que tuvimos nuestra Fiesta Mexicana en las CEB´s de Mexicali, como siempre, en las canchas de la colonia Satélite.
Fue una fiesta bastante amena, apesar de que hubo algo de viento y eso entorpecia las cosas, pero solo un poco, salimos adelante y gracias a eso ya debemos menos (jojo).

Aca las Fotos.

miércoles, agosto 30, 2006

Esta es la tercera llamada. Principiamos

El pasado lunes se llevo a cabo la Inguracion-Bendicion del Espacio Comunitario Lupita.

La Bendicion estubo dirigida por el Padre Jesús Muñoz (actual animador de las comunidades en Mexicali), mas la hicimos todos los integrantes de las comunidades

En el recinto estubieron presentes casi todos los integrantes de las CEB´s de Mexicali, salvo algunas ausensias que por algun motivo u otro no pudieron asistir al Magno evento (juajua)

Después de la bendicion procedimos a realizar un pequeño convivio

Los niños corriendo de aqui para allá. Las niñas de allá para acá

Las mujeres haciendo los ultimos acuerdos pendientes sobre la organización, comida, horarios y todas esas cosas que hace uno cuando tiene una guardería.

Los Hombres tambien (jojo) (Agradecimientos especiales a Manuel, Ciro y Chano por el trabajo tan arduo y extenso que hizo sobre el recinto para que estubiera listo) (Y a mi mamá que siempre me apoyó) (jajaja)

Los Jovenes no fueron. Nah! mentira, si fuimos, pocos y participativos :P

Acá les dejo algunas fotos sobre el evento, espero os guste

viernes, agosto 25, 2006

El presente de las comunidades eclesiales de base
José Marins

(A falta de material por el momento, pongo este texto realizado por el Padre Marins. Es algo extenso pero vale la pena)

1. QUÉ SE DICE DE LAS CEBS?
¿Que se dice de las Comunidades Eclesiales, en los medios eclesiàsticos de América Latina y Caribe?
Las opiniones màs frecuentes van en esta línea:


+ "Las CEBs dejaron de ser novedad", como lo eran en la década del 70 (Plan de Pastoral de Conjunto de la Iglesia de Brasil, Documento de Medellín 10,15).

+ "Cesaron de ser sospechosas". Particularmente en fines del 70 y en la década del 80 han sido cuestionadas y perseguidas. Gran parte de los màrtires contemporàneos de América Latina han sido miembros activos de las CEBs. Ellas, por aquel entonces, han recibido el rótulo de "proféticas", de parte de las "izquierdas"; y de "comunistas" o por lo menos "subversivas", de parte de las "derechas". El documento de Puebla las ubicó como concentración de la Iglesia local, inmediatamente abajo de la parroquia (N° 640ss).

+ En la década del 90, las CEBs eran todavía presentadas como alternativas exitosas, en el proceso pastoral de base, pero ya se las colocaba al lado de los movimientos, dàndoles así una cualificación ambigua a propósito de su naturaleza teológico-pastoral.

+ Ahora, en el nuevo milenio, las CEBs parece que dejaron de interesar a la mayoría de los obispos, clero, seminaristas, diócesis, parroquias, editoras, facultades de teología y televisiones y programas televisivos católicos, por lo general copados por los grupos carismàticos y congéneres.

+ Los medios de comunicación, en manos de los poderes económicos dominantes divulgaron la afirmación falsa de que la Iglesia había condenado la Teología de la Liberación y que por lo tanto las CEBs iban a desaparecer.

Después de más de 30 años invirtiendo tiempo y esperanzas en las CEBs, una evaluación menos superficial y más objetiva se hace necesaria, de parte de la misma Jerarquía que las propuso oficialmente, según la documentación que abajo ofreceremos.

Como mínimo hay que preguntarse a propósito de las CEBs:
_ ¿Qué han aportado a la Iglesia, a la sociedad y a las personas? ¿Dónde y cómo están actualmente? ¿Cuàl es su futuro? ¿Serán un grupo socio-político; un equipo de estudio bíblico; un movimiento laical de vida en comunidad? ¿O tienden a desaparecer?

En los últimos años, muchas CEBs, en efecto, han desaparecido. En ellas, por lo general, se ve aconteciendo la profecía de Gamaliel, Hechos 5:38-39.

Desaparecen
No pocas CEBs han desaparecido. Las razones pueden ser las más diversas:
• El cambio de los ministros ordenados — sacerdotes, obispos — y sus sucesores aún cuando no han combatido las CEB s, las han dejado morir, sin darles apoyo o lugar en la vida pastoral. Otros, al contrario, han hecho de las CEBs una instancia elitista de la Iglesia. Hubo también intentos de "parroquializar" las CEBs, reduciéndolas a una tarea parroquial como la de buscar fondos, cuidar de finanzas, administrar la acción social parroquial, etc.

• El hecho de las migraciones internas y lo al exterior. Miembros cualificados de las CEBs, formados lentamente en la nueva experiencia comunitaria de base, emigraron, dejando grandes vacios en la articulación y vida de sus CEBs. Al cambiarse geográficamente de residencia, como suele pasar en los casos de las olas y olas de migrantes que van a USA, o en el cono sur, a Buenos Aires, São Paulo, Santiago, Santa Cruz de la Sierra, etc. ya no se integran fácilmente en el nuevo ambiente o tardan mucho hasta que puedan format una nueva CEBs.

•El area de militancia política. En casos aislados bubo manipulación de partidos y movimientos politicos que buscaron valerse de las CEBs como una instancia de movilización popular. De otro lado, pasada la época de las dictaduras militates (Brasil, Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia ... o de la insurrección revolucionaria (Nicaragua, El Salvador, Perú), o de las represiones militates y para-militates (Guatemala, Honduras, México), con el resurgimiento democrático de los partidos politicos, cristianos con vocación de militancia sistemática en la política han disminuido su presencia en las CEBs en muchos casos con la buena intención de evitar, en la opinión pública, una precipitada identificación de las CEBs con un determinado partido o campana política.

En aras de la objetividad, hay que tener presente que lo que ha pasado con las CEBs no es caso ni raro ni único en la historia de la Iglesia, tanto pasada como contemporánea. En efecto, otras iniciativas eclesiales proféticas y originales han perdido fuerza, por razones idénticas o semejantes.

• La magnífica generación del Vaticano II, que se extingue. La carismática pléyade de obispos, sacerdotes, laicos que hicieron posible Medellín, como el Vaticano II de América Latina, y el mismo Concilio, se está terminando. No ha dejado sucesores a su altura. Los nuevos líderes que han sido indicados para sustituirlos son tributarios de un nuevo momento en la Iglesia, en que se insistió más en la "gran disciplina", que en la creatividad; más en el Magisterio que en el "Sensus Fidelium"; más en lo administrativo-organizativo, que en lo misionero; más en la identidad católica romana, que en la perspectiva del Reino. La autoridad se centralizó en todos los niveles. Lo infra-eclesial se volvió dominante, relativizando o suprimiendo progresivamente la presencia en el mundo como fermento, sal, luz. Lo cultual y la fuerte preocupación por la ortodoxia llevaron a que los espacios de creatividad teológica, litúrgica y aun pastoral se fueran restringiendo y quedaran más vigilados y consecuentemente menos creativos y dinámicos.

Pueden ser identificadas dos maneras constantes de "liquidar" las CEBs. La primera es suprimirlas directamente, ni siquiera mencionarlas. La segunda, más eficaz es la de "diluirlas" — todo es CEB, entonces finalmente ¿que es CEB? O acercar de tal manera CEB a movimientos y servicios específicos de la Iglesia, que pase a ser difícil identificarlas como tal.

Suprimirlas
El vocablo CEB desapareció poco a poco de los documentos pontificios más recientes como Ecclesia in Oceania y Ecclesia in America. La exhortación apostólica de Juan Pablo II que "devuelve" a los obispos los resultados del Sínodo de América, suprimió la propuesta que los obispos sinodales habían votado sobre CEBs.

En efecto la proposición 47 sobre las pequeñas comunidades eclesiales era explícita. Después de fundamentar cómo el Espíritu de Jesús se encuentra en las CEBs, cita el pàrrafo 51 de la Redemptoris Missio en la cual se afirma que las CEBs son una señal de vitalidad de la Iglesia, un instrumento de formación y de evangelización, un válido punto de partida para la nueva sociedad fundada sobre la cultura del amor recíproco. A continuación la proposición indica tres tareas:

• Que se afirme de nuevo que las pequeñas comunidades eclesiales de base de nuestra Iglesia de América son un elemento importante, accesible a todos, que orientan mejor la vida para el encuentro con Jesucristo, ayudando así a la parroquia a ser una comunidad de comunidades.
Que en todo el continente americano se dé un nuevo impulso a la evangelización, mediante la pequeña comunidad eclesial, sobre todo con relación a aquellos que física y espiritualmente se encuentran más alejados.

• Que de un modo particular se considere este estilo de acción pastoral que ofrece la posibilidad de una mayor participación de los laicos, de modo que la nueva evangelización llegue a todos.
Estas tres proposiciones han sido votadas con 195 placet, 16 no-placet y 5 en blanco.

Las CEBs son suprimidas, no solamente están ausentes de los documentos, SINO QUE HAY UN LAMINAR ECLESIAL PROPONIENDO OTROS ENFOQUES y PRIORIDADES teológico pastorales, de forma consciente desea que eilas desaparezcan.

Diluirlas
La fórmula mas efectiva de hacer desaparecer las CEBs, como arriba mencionamos, ha sido la de diluirlas, reduciéndolas a un grupo bíblico o para ejercer tareas parroquiales como la de levantar fondos, promocionar o revitalizar fiestas tradicionales o quedándose encargadas únicamente de tareas sociales como cooperativas, oficina de migrantes, etc.

El blanco se volvió el término Comunidad Eclesial de Base. Aunque haya sido mencionado literalmente por las Asambleas generales del Episcopado Latinoamericano, por innumerables documentos de conferencias y sínodos episcopales, por varias encíclicas papales,1 hay recelos, en mencionar el termino (para esto no funciona la mencionada fidelidad a los documentos del Magisterio, y la válida devoción papal). Se buscan sustitutos, a veces ambiguos como "Comunidad" (en general); Grupos Fraternos; Pequenas Comunidades ... agregándoles inmediatamente los movimientos y grupos apostólicos, con un cierto miedo de que se deje de reconocer los movimientos eclesiales y dejando entender por abajo, entre líneas, que se trata más o menos de la misma cosa ... en fin de cuentas, son como diferentes nombres de lo mismo. Las diferencias serían no de naturaleza (de género, como dirían los escolásticos), sino de especie (especificaciones secundarias).
Los más recientes documentos de la jerarquía, que todavía mencionan las CEBs, por lo menos no repiten las conocidas amonestaciones de buen comportamiento eclesial (lo que nunca lo hacen a propósito de los movimientos, que de seguro lo merecerían), no explicitan que ellas sean una célula eclesial fundamental, en la cual los bautizados viven su experiencia de comunión y misión.

Otra manera de diluir a las CEBS es la de retomar la analogía de la familia, proclamada como primera comunidad, "Iglesia domestica". Se concluye que la familia es Iglesia, ya no en sentido alegórico, sino estructural, atribuyéndole las funciones y características sacramentales de una Iglesia local, omitiéndose la mención a lo eucarístico y la necesidad de un ministro ordenado que coordine la diversidad en la unidad eclesial sacramental.

Resta todavía una hipótesis benigna: Las CEBs no están mencionadas por la jerarquía en sus documentos, porque ya las tienen aceptadas y ubicadas en la acción pastoral. En tal caso sobraría estar mencionàndolas a cada momento. ("Si no é vero é bene trovato").

2¿QUÉ DIJO LA JERARQUÍA? .

Documento fundante
La refundación de la base eclesial, "eclesiogénesis", inspirada en las primeras comunidades cristianas y en el Vaticano II, tiene como texto fundante lo que la Asamblea General del Episcopado Latino-americano en Medellín, establece en el documento sobre Pastoral de Conjunto, n. 10,15. Texto aprobado por Pablo VI y por él retomado en su Encíclica Evangelii Nuntiandi.

Se trata de un texto fundante, no de una mera sugerencia pastoral, desde que está escrito para expresar la manera según la cuál cada bautizado vive su pertenencia eclesial en el post-Vaticano. En el Documento de Medellín, las CEBs son concebidas como estructura de Iglesia: "La vivencia de la comunión a que ha sido llamado, debe encontrarla el cristiano en su Comunidad de base, es decir, una comunidad local o ambiental, que corresponda a la realidad de un grupo homogéneo, y que tenga una dimensión tal que permita el trato personal, fraterno entre sus miembros ". "La comunidad cristiana de base es así el primero y fundamental núcleo eclesial, que debe, en su propio nivel, responsabilizarse de la riqueza y expansión de la fe, como también del culto que es su expresión. Ella es, pues, célula initial de estructuración eclesial y foco de la evangelización y, actualmente, factor primordial de promoción humana y desarrollo".


Otros documentos
Además del documento fundante, las CEBs aparecen también en:
- El Sínodo Episcopal de 1974.
- La exhortación apostólica "Evangelii Nuntiandi" (1975), n. 58.
- El Sínodo Episcopal de 1977.
- El Documento de Puebla (1979), asume todo lo dicho sobre CEB en Medellín y en Evangelii Nuntiandi.
+ Sitúa el proceso de la CEB en los nn. 96, 97, 105, 111,119, 125, 156, 173, 239, 273, 368, 462, 565, 629, 672, 850, 867, 983,1147,1309.
+ Capítulo específico: Situaciones que favorecen el proceso de la CEB, n. 648.
+ Dificultades y desafíos para las CEBs n. 98,111, 262, 627, 628, 630, 462.
+ Su lugar en la estructura eclesial, (además del capítulo específico n. 648) n. 261.
+ Contenido doctrinal: 96, 173, 239, 261, 273, 618, 629, 640-643, 648, 650, 653,1147.
- La exhortación "Catequesi tradendae", 16 de Octubre de 1979 (n. 47).
- Exhortación "Familiaris consortio", 22 de Noviembre de 1981 (n. 85).
- Sínodo Episcopal de 1985.
- La Exhortación Apostólica, "Christifideles laici" de 30 Diciembre 1988 (n. 26).
- La Encíclica Redemptoris Missio, 7 de Diciembre 1990, n. 51.
- La Exhortación apostólica "Ecclesia in Africa", 14 de Septiembre de 1995 (n. 89).
- La Exhortación apostólica "Ecclesia in America", 22 de Enero de 1999 (n. 73).
- La exhortación apostólica "Ecclesia in Asia", 1999 (n. 132).
- La exhortación apostólica "Ecclesia in Oceania", 2001 (n. 43, a pesar de ser bastante genérico).

A nivel de las Iglesias particulares, la de Brasil es la que más ha publicado sobre el tema; desde el Plan de mantenida en todos los planes pastorales sucesivos. El documento de 1983, del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal (23-26 de noviembre) aplica a las CEBs lo que Lumen Gentium, n. 26 dice de la Iglesia como tal: "En estas comunidades, aunque frecuentemente pequeñas y pobres o que vivan en la dispersión, està presente Cristo, por cuya virtud se congrega la Iglesia, una, santa, católica y apostólica". "La Iglesia de Cristo està verdaderamente presente en todas las legítimas comunidades locales de fieles, que unidas a sus pastores, reciben también, en el Nuevo Testamento el nombre de Iglesias...".

La Conferencia Episcopal de Argentina, desde su 76 Asamblea Plenaria (26-31 de Octubre de 1968) hasta recientes orientaciones para el trabajo con las CEBs (afio 2000), ha tomado las CEBs en consideración. Lo mismo pasó con las Conferencias Episcopales de Chile, Bolivia, Ecuador.
Cartas Pastorales de obispos son numerosas. La más completa es la de Mons. Leobard Faulkner, obispo de Adelaida, Australia.

3. ¿QUE HACEN LAS CEB?

Resisten
Las CEBs aparecen históricamente en el cuadro de la Iglesia del siglo XX, en primer lugar no como respuesta a una coyuntura socio-política (aun cuando ésas hayan sido condicionantes) sino, más bien aparecen como una exigencia teológico-pastoral.

Ellas nacen como reestructuración eclesial, no como movimiento social o laical. Surgen como una nueva expresión del ser y del conjunto de la misión de la Iglesia. Las CEBs, aun cuando por razones de urgencias y de exigencias históricas, acentúan ciertos aspectos de la eclesialidad y no otros, son un acontecimiento CUALITATIVO. Están orientadas, por su propia originalidad, a configurar un nuevo modelo eclesial.
Por todo eso, en la practica, las CEBs resisten,

+ a ser Iglesia paralela. Al contrario, siguen perseverantemente buscando a los pastores;

+ a separar la fe de la vida y a no comprometerse con la transformación de las estructuras;

+ a dejar a los pobres. El compromiso con los pobres estará siempre presente en la vida de las CEBs, desde sus inicios, mucho más en línea de concientización-liberación que de asistencia, o promocional (si bien que éstas tampoco pueden ser excluidas);

+ a tergiversar sobre la meta del Reino;

+ a colocar en segundo plano la vocación de la Iglesia de ser una comunidad misionera;
+ a dejar de lado su responsabilidad profética y de transformar las estructuras;2

Renacen
El teólogo Pe. José Comblin en articulo "A Igreja e o mundo dos excluidos", en Vida Pastoral, marzo-abril 2000, pág.14, afirmaba: "Las CEBs, lejos de estar superadas, son más actuales y màs necesarias que nunca — pero no las que estamos conociendo. Son necesarias otras, nuevas, que nazcan de los verdaderamente excluidos. Las CEBs, como todas las instituciones de Iglesia, necesitan ser fundadas de nuevo para ser fieles a su programa. Fundadas por nuevas personas, con nuevos miembros que pertenezcan realmente a los nuevos excluidos...".

Las CEBs van resurgiendo más bien: como una exigencia misionera de llegar como Iglesia, más allá de las presenter esiructuras eclesiàsticas. Por eso las CEBs implican, a medio y a largo plazo, una reestructuración eclesial. Son una nueva expresión de la misión de la Iglesia, no son un evento sino más bien un proceso.
Concretamente las CEB s renacen,

- con el MOVIMIENTO BÍBLICO, especialmente como LECTURA ORANTE de la Palabra de Dios,

- con el despertar de la conciencia de ciudadanía, la reconstrucción del tejido social, a partir de expresiones de la base y la tarea ecológica,

- en el encuentro con las culturas — indígena, africana, migrantes,

- en el desafío del multiculturalismo;

- en el desafío del aislamiento urbano, cada día mas destructor de la identidad de ser independiente por naturaleza (creados a imagen de Dios),

- en ocasión de catástrofes de la naturaleza (terremoto en México, Nicaragua, El Salvador ...) o provocadas (post-guerra en El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Honduras...). En Honduras, la original iniciativa de los Delegados de la Palabra es una version nativa que se desarrolla en torno a formación de CEBs.

En varios países de América Latina existen equipos nacionales de asesoría a las CEBs contando con obispo designado por la Conferencia episcopal para asesorarlos y presidirlos. Lo mismo ya se hace desde mucho tiempo en Argentina, Ecuador, Chile, Brasil, Bolivia, Paraguay.

En la Iglesia de los Estados Unidos, la investización del equipo del P. Bernardo Lee,3 publicada en el año 2000 concluyó con datos significativos: "Las CEBs son 37 mil, si queremos números que han sido investigados. Lo más probable es que sean entre 40 a 50 mil, distribuidas del siguiente modo: 65% entre los anglos. Están ligadas de algún modo a la institución parroquial y sus miembros son personas de cierta educación humana y religiosa y pertenecen a la clase media americana; 20% entre los hispanos y son mucho más pobres y menos preparados intelectualmente. Religiosamente traen la experiencia de su catolicismo popular latinoamericano y caribeno, con fuerte devoción mariana y santoral;13% son de grupos carismáticos (renovación católica); 1% de grupos católicos concientizados, como de COPS, CALL TO ACTION, VALLIENT INTERFAITH, etc, usando por lo general el método de Saul Alinski, para análisis de realidad y acción non-violenta".

En la India, el obispo Thomas Dabre de India, tiene la diócesis organizada en CEBs, lo mismo acontece con la de Georgetown, en la Guyana. En ambos lugares, surgirán con las CEBs el desafío del diálogo con religiones no cristianas. Con el Hinduismo, concretamente. Muchos miembros de esa religión se han acercado a las CEBs y se sienten cómodos en convivir con los cristianos de la base en las tareas de transformar la vida, en la comunión fraterna, en la experiencia de contemplación.

En Inglaterra, Escocia, USA la convivencia ecuménica a nivel de base es bastante frecuente o como que "ordinaria", dejando a los teólogos, juristas, etc. la tarea de precisar las identidades y hacer las debidas distinciones.

En Australia, màs de 10 diócesis han comenzado a trabajar con CEBs, en los últimos 10 años.
Las asambleas nacionales de CEBs, generalmente conocidas como "Encuentros inter-eclesiales", han aumentado en número de participantes y frecuencia. Conocidas en Brasil y México, ahora acontecen regularmente en Bolivia, Argentina, Paraguay, Uruguay, Ecuador, Venezuela, Honduras y en el presente año de 2002 va a acontecer por primera vez en USA (San Antonio, Texas).

Uno de los encuentros internacionales de las CEBs de lengua alemana se hizo en la diócesis de Stuttgart contando con la presencia inaugural de Mons. Walter Kasper, entonces obispo local y hoy cardenal de la Curia Romana.

Otras tradiciones cristianas, particularmente los Luteranos, Anglicanos, Metodistas, Presbiterianos, Bautistas ingleses, Menonitas... para mencionar algunas, están tomando la propuesta de CEBs como tarea ineludible para su vida y misión.

El Card. Stephen Kim afirmó: "Las CEBs son la única alternativa para el futuro de la misión en Corea" (Asia Focus, enero 7, 1994, p. 5).

Sorprenden
Sorprenden por lo creativo y profético que manifiestan:
En su punto de partida: la constante relación con la villa y con la gente — en su cultura y realidad, en su historia y valores — tomada como sujeto colectivo y privilegiado;
En su objetivo: El Reino de Dios en sus cuatro dimensiones integradas: personal, social, eclesial y escatológica;

En su método teológico-pastoral que trabaja con algunas preguntas referenciales decisivas: ¿Donde està la gente en la realidad social? ¿Dónde està Dios? ¿Dónde està la Iglesia? ¿Dónde estarrios nosotros como CEBS? ¿Donde tiene que estar nuestra comunidad y cada uno de nosotros hoy en la coyuntura social y religiosa?
Esa metodología desarrolla una participación corresponsable y propicia la formación de una conciencia crítica de la comunidad particularmente en relación a su villa y misión.

En su ministerio colegiado que incluye siempre la presencia femenina;
En su configuración porque viven con un mínimo de estructuras y màximo de villa. No cuentan con ministros de tiempo integral, no tienen sólida base económica, no construyen edificios propios. Autofinancian sus encuentros y es costumbre que se compartan entre todos los gastos de viaje cuando se desplazan para reuniones diocesanas, regionales o nacionales.

Sin recursos económicos, tienen los mejores asesores en Brasil, Chile, Paraguay, Bolivia, Honduras, etc.
Las CEBs,
cruzan las fronteras de la institución eclesial; llegan donde la organización eclesial no llega geogrdfica, numérica y ministerialmente;
crean un sujeto eclesial laical colegiado;
restablecen la sana tradición del "sensus fidelium" en comunión con el magisterio;
establecen un contacto privilegiado con la villa (lenguaje, lugar, cotidianidad, eventos, símbolos, acciones, contactos) desde los fieles no desde los líderes, precisamente porque son las raíces más finas de la estructura eclesial;
se mueven contra-corriente, porque mientras el macro proceso de la globalización es económica y culturalmente excluyente, las CEBs son incluyentes posibilitando vivir la ciudadanía tanto eclesial como social.4

Desafían
Como las CEBs se encuentran en la frontera entre la institución eclesial y "los otros", traen en- sí semillas de respuestas no teóricas, sino vitales, a lo que esta siendo desafió a todos los credos: jiene futuro la religión en un mundo globalizado? Después de los eventos del 11 de Septiembre, use puede esperar que la fe religiosa, las Iglesias sin proselitismos, seran mediadoras de la comunión entre los pueblos?
Las CEBs comprueban que eso sera posible desde un micro proceso en cadena sin el cual los macro procesos se pierden.

Notas
* José Marins es experto en CEBs y animador de ellas en toda América.
1. Entre ellas, de manera mas extensa y sistemática en Evangelii Nuntiandi, n. 58, Christifidelis laicis, n. 26, Redemptoris Missio, n. 51.
2. Para ilustrar este punto, transcribimos lo que el Padre Arnaldo Zenteno sj hace una síntesis bien evangélica de como las CEBs de Nicaragua siguen resistiendo: "cada día tantas personas de las Cebs queremos vivir el Evangelio y mantener viva la Esperanza.… Como nos invita la Carta a los Hebreos: Sigamos profesando nuestra Esperanza sin que nada nos pueda conmover, ya que es digno de toda confianza Aquel que se comprometió (Heb 10:23). Eso queremos con todo el corazón: Mantener viva la Esperanza y Humildemente Anunciar el Evangelio con Pasión y con Alegría.
Y al pensar en el caminar de las Comunidades, en los poquitos que somos y la gran mayoría tan Pobres, no puedo menos que alegrarme y los invito a alegrarse con Jesús al ver hecha realidad la Oración y Alegría de Jesús: Gracias te doy, Padre, porque has revelado lo mensaje a los pequefios y sencillos (Lc 10:21-22).
En medio de tantas dificultades, dolores, masacres de los seres queridos, de tantas esperanzas y de tantas frustraciones y de tantas luchas de estos 36 aos, es impresionante la perseverancia y la fuerza de estos Pobres que estàn en las Comunidades. Eso es una gracia de Dios y por lo mismo aun en medio del dolor, se vive con alegría. Como decía hace poco Dom Pedro Casaldàliga: sean Esperanzados y Esperanzadores.

El mismo Pe. Arnaldo da muchos detalles de cómo las CEBs colocan en práctica su resistencia. Entre varios, cogemos lo que pone al final de su mencionado artículo:
"- Fortalecer la Sociedad Civil. Participar en los movimientos que luchen contra la corrupción. Y mantener una actitud crítica y autocrítica con denuncias proféticas.
- Fortalecer a las Comunidades para que unan Fe-Vida, que sean Misioneras y que sean Proféticas encarnando el Evangelio en nuestra situación concreta y tan crítica.
-Potenciar la Solidaridad Externa a Interna — especialmente con los excluidos".
3. Un equipo de teólogos y cientistas sociales del Instituto Loyola de Ministerios, New Orleans, LA, concluyó al final del año pasado, una investigación sobre las CEBs en la Iglesia Católica de USA. Ha sido un trabajo de tres años. Los resultados están reunidos en un libro del Padre Bernard J. Lee, profesor de teología en el mismo Instituto Loyola. El titulo es: "La experiencia católica de las CEBs" (The Catholic Experience of the Small Christian Communities), Paulist Press, 2000.
4. Al final del pasado año del 2001 estuvimos con comunidades de Flagstaff, Arizona. Hemos sido presentados como visitantes; ni sabían que éramos cura y monja. Con libertad nos hablaran de su experiencia de CEB.



martes, agosto 22, 2006

Proximamente será la apertura del proyecto mas grande, y por tanto que implica mayor responsabilidad que hayan reaizado las comunidades de base de esta ciudad. Se trata de el "Espacio Comunitario Lupita", que tendrá como primer tarea, realizar un guardería para cuidar a los niños de la comunidad, cuyas madres trabajan por la mañana o que por algun motivo no tienen la posivilidad de esta pendientes a ellos durante la mañana y parte de la tarde.

Si alguin quiere mas Info, deje un comentario

Queremos dar las mas sinceras gracias a la Fundacion Internacional de la Comunidad por brindarnos primero que nada su confianza en nuestro proyecto, y tambien con su ayuda y primero Dios, este espacio será un gran exito

Hola, somos las Comunidades Eclesiales de Base de Mexicali:

Queremos iniciar este trabajo "cibernetico" con la finalidad de, por asi decirlo, tener mas contacto con las comunidades de base de la región, y del país en general.

Aquí se presentara, en medida que valla ocurriendo, el trabajo realizado por la comunidad, asi como las actividades y reseñas de diferentes eventos.

Esperemos que el trabajo aqui presentado sea de su agrado

Atte.
CEB´s Mexicali