7. Pueblo y Reino de Dios.
Las CEBs manifiestan fuertemente la perspectiva del Reino de Dios. Congregan los bautizados de su área, como parcela del Pueblo de Dios.
Ellas son, salva la comparación, como las raíces del árbol, que por pequeñas y débiles, no se ve en la superficie, se mezclan con la tierra, donde hacen el primer contacto vital con los minerales y el agua, que van a ser la sabia. Las CEBs, primicias y sacramento del Reino, son ya el Pueblo de Dios en misión. No surgen para “salvar” a los católicos del proselitismo de los evangelistas y de las sectas; tampoco para “renovar” la parroquia… aún cuando ambas cosas suelen acontecer.
II. GRACIA Y DESAFIO.
Son mas de 40 años que las CEBs perseveran, desde las experiencias iniciales en el Brasil: - Barra do Piraí, Movimiento de Natal; así como de de San Miguelito, en Panamá y otros lugares.
Antes del Vaticano II, han sido propuestas como célula eclesial inicial, en el plan de “Emergencia” de la Iglesia del Brasil.
A lo largo de los años, han sido señal y mediación de gracias (indicamos nueve de esas gracias)
+ Primera: Personalización
Por las CEBs, el pueblo cristiano no se reduce a las muchedumbres anónimas que llenan catedrales, basílicas, estadios, plazas. Por ellas, esa “masa” católica se personaliza y se torna agente responsable. La pertenencia eclesial ganó consistencia, no solamente por razón del bautismo, sino también por la integración activa en una comunidad de Iglesia, a nivel local. Las CEBs han dado otra cara histórica de la Iglesia:
- dejó de ser interpretada como monopolio del ministro ordenado.
- Cada quien es ahora conocido por su nombre y apellido, cultura y dones. Está llamado al diálogo. Aprende a participar, individual y comunitariamente, en la vida y misión de la Iglesia.
Poco a poco se rompe la hegemonía de los movimientos católicos de espiritualidad y pastoral. Igual se crean alternativas comunitarias de cara al proselitismo de los grupos evangélicos. Los bautizados retoman su identidad católico.
+ Segunda: Inculturación
Abundante ha sido el uso de símbolos salidos de la vida de la gente, para expresar su experiencia de fe y ejercer su misión. Los agentes de pastoral, los especialistas buscaron acoger y expresar científicamente, toda esa vitalidad popular no sistemática venida de sus tradiciones y cultura. Surgió una teología cantada y transformada en prácticas comunitarias de piedad, de servicio, de denuncias proféticas y anuncio evangélicos. Con frecuencia se tomaron las tradiciones del catolicismo popular - ayunos, peregrinaciones, fiestas de los patronos – llenándolas con nuevo contenido conciliar.
Entre los migrantes en áreas de pluralismo cultural, como en Buenos Aires, S. Paulo, USA, etc., las CEBs han sido una realidad constante y providencial.
Desde las CEBs, se han dado frecuentes encuentros con las culturas y situaciones de los olvidados y oprimidos (negro, indio, mujer)
+Tercera: Martirio.
Las CEBs han procurado vivir la propuesta del Reino, con sus aplicaciones locales. Descubrieron entonces que no siempre era buena noticia para todos. Al contrario, hasta resultó conflictiva y peligrosa.
En América Latina, muchos asesores y miembros de las CEBs han dado el testimonio supremo de sus vidas. Otros han sufrido tortura, cárcel y persecución. Su número se eleva a varios centenares.
+ Cuarta: Espiritualidad.
La experiencia mística de las CEBS está muy ligada al servicio de caridad a los más necesitados (cuño asistencial, promocional, liberador-estructural). Por la lectura orante de la Palabra, por la vida comunitaria, profundizan su encuentro con Dios. Esa espiritualidad que parte de lo santoral y mariano y lo incluye, ahora se concentra, siempre más, en la dimensión Trinitaria de Dios. En la cristología se subraya no solamente lo divino, sino particularmente lo humano de Jesús (Puebla 173). La misión y vida de la comunidad se vive en la mística de los “hechos de los Apóstoles” de nuestra época.
+ Quinta: Minoría.
Las CEBs, aún disminuyendo en número, sobreviven y profundizan su experiencia eclesial tomando conciencia de ser minoría y de sentirse desproporcionadas a la misión y a los desafíos de cada contexto socio-político. Además el hecho de vivir bajo sospechas, con poco apoyo de los líderes eclesiásticos, sin prestigio humano, hace con que ellas tengan siempre que evaluarse y reafirmar sus motivaciones evangélicas profundas.
Los textos bíblicos más meditados en dicha perspectiva son el de 1Cor 1,26-31; Filipenses 2,4-6.
Por instinto evangélico, las CEBs se animan con la gracia de los últimos, los que se encuentran, casi siempre en las situaciones-límites de pobreza, enfermedad, opresión, segregación y destrucción de la dignidad humana. Las CEBs son el fermento evangélico trabajando desde los pobres, por los pobres, como pobres. Haciendo de ellos sujetos comunitarios de liberación y salvación integral.
+ Sexta: Itinerancia misionera
Las CEBs no se orientan a un trabajo intra-parroquial, sino más bien a las áreas donde la acción pastoral ordinaria no llega. Se acercan a los bautizados, muchos de ellos desconectados de la práctica eclesial ordinaria.
A principio las CEBs han sido fundadas por miembros de la jerarquía, agentes de pastoral (religiosas o laicos). A seguir, un número significativo de ellas, ha surgido por influencia o acción directa de otras CEBs.
+ Séptima: Ministerio colegiado
En efecto, las CEBs han creado y colocado en práctica, un ministerio de cuño colegiado (siempre que posible en equipo) y mucho más ligado a las exigencias del Reino que de lo intra-eclesial parroquial.
En lo que se refiere a los ministros ordenados, la CEB ha sido para ellos una gracia que ayudó: primero, a entender su ministerio como fundadores de Iglesias (ecclesiogenesis); segundo, a ejercer su responsabilidad de coordinadores de la gran comunión eclesial (configurada como una red de comunidades menores), mas que como distribuidores de sacramentos; Tercero, a cuestionarse sobre el ejercicio colegiado de su propio servicio ministerial, como miembro de un presbiterio.
Respondiendo a las necesidades y urgencias pastorales, las CEBs han asumido las celebraciones dominicales no-eucarísticas y otros encuentros devocionales, valiendo se de sus ministros no-ordenados: Delegados de la Palabra, Presidentes de Asamblea Cristiana, Celebradores del Día del Señor, etc.
+ Octava: Metodología
El desarrollo de la metodología del: ver, juzgar, actuar, evaluar y celebrar, educa y organiza la reflexión comunitaria, disciplina la acción y ayuda a colocar los hechos y eventos como pasos de un proceso mucho más amplio y constante. No se trata solamente de una técnica, sino que es un método global de vida comunitaria. Es espiritualidad.
Esa metodología reconoció y animó el potencial evangelizador de los pobres (Cf. P 1146-1147), transformando a los bautizados en militantes. Al mismo tiempo, mantuvo en las CEBs un estilo de esperanza y de encuentro comunitario con Dios, desde la mediación de Jesús, actuando con su Espíritu.
+ Novena: Nuevos descubrimientos
Las CEBs no han sido algo fijo e intocable. En su propio vivir se va descubriendo y también corrigiendo perspectivas. En Medellín, por ejemplo, la motivación de muchos obispos, era por considerar que las CEBs formarían una línea de defensa eclesial de cara al comunismo y a las sectas. Posteriormente se trabajó el aspecto profético y liberador de las CEBs en relación a los oprimidos y excluidos.
Algo similar también aconteció en relación a lo bíblico: al principio se tomaban textos aislados del Éxodo, para fundamentar todo compromiso social. Más tarde, la ayuda del movimiento bíblico popular , llevaron a una visión más global de la Revelación, tomando la Palabra de Dios en contexto y como fuente de espiritualidad y acción, tanto personal como comunitaria. Por exigencia de las circunstancias, las CEBs tuvieron que ir aprendiendo como hacerse escuchar por las autoridades civiles (en relación a las autoridades eclesiástica, todavía no alcanzaron éxito semejante); como participar en los movimientos ecológicos, con en los de promoción de la mujer, de defensa dos emigrantes, de las culturas marginadas. Las relaciones ecuménicas son todavía limitadas.
Los 7 puntos arriba indicados siendo más de carácter bíblico-teológico, significan perspectiva y exigencias para que se profundice sobre la identidad de las CEBs. Supone que se trabajen las estrategias pastorales correspondientes.
. Esa temática ha tenido especial destaque en encuentros inter-eclesiales de las CEBs, tanto en Brasil, como en Bolivia, Ecuador, México, Caribe, etc.
En países como El Salvador, Guatemala, hoy son muchos los hijos e hijas de los mártires que siguen militando en las CEBs que sobrevivieron.
Lo hacen por visitas familiares, como en la oportunidad de los eventos que la propia vida genera (enfermedad, problemas humanos de la área, graduaciones, cambio de residencia, etc.) o por razón del calendario litúrgico (cenizas, ramos, navidad) y por las tradiciones religiosas (bendiciones, peregrinaciones…).
Los Encuentros Nacionales y Regionales de las CEBs y de sus asesores, con la presencia y participación de obispos, han sido providenciales para discernir, complementar y divulgar el proceso de las CEBs.
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